lunes, 5 de noviembre de 2012

¿Y si no?

"Nunca imaginé mi vida sin ti" dice una canción. No podría estar más de acuerdo. Y creo que sigo sin imaginarla, a pesar de tener la sensación de que no tardaré en tener que empezar a vivirla.
Cuesta aceptar las cosas y en cierto modo nos protegemos a nosotros mismos evitando hacerlo. Lo jodido viene cuando no queda más remedio, cuando el puto precipicio está delante de nuestras narices. Justo en el momento en el que ya nada consigue salvarte, en el que las sonrisas se venden caras...y se venden falsas.
"Es lo que hay", así de duro.
Probablemente vuelve a ser injusto, pero eso no es novedad. La novedad es que ya no nos agarran sus manos para no caer. Ya no nos evade esa carcajada. La realidad aprieta, pero su voz no hace que afloje. Faltan sus ojos, sus días, sus planes... Falta todo lo que tiene que ver con ella. Y todo eso es lo que somos nosotros. Nos falta algo, nos falta todo.
Da miedo no saber cómo saldremos de esta, da auténtico pánico sentirse solos, pensar que no vamos a poder.


Tendremos que agarrarnos a que una vez pudimos...
y después, volvimos a poder. 
Y ahora... ¿Podremos? 
Tal vez. Tal vez sí.
Quizás lo logremos y después, simplemente, toque seguir (sobre)viviendo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Mucho más que un mes.

Y llegó Noviembre. Desde el primer día deja claro que la nostalgia y el frío son su sello. Noviembre son muchas cosas. Son fechas, son días...son detalles que no puede entender cualquiera. Es un Noviembre distinto, vacío. Es ver que ya no está, que falta su risa. Son costumbres que ya se han perdido, porque no tiene sentido hacerlo sin esa carcajada... Son noches eternas y días cortos. Son llamadas que no se harán, son bromas que se perdieron, son regalos que nunca se comprarán, son velas que no llegarán ni a encenderse. Como todo lo que aquel día se apagó. Es un "SIEMPRE QUE TÚ QUIERAS" pero también es un "últ. vez ene 25". Es aceptar, es doler. Es no encontrar nada que salve los días, nada... Noviembre es un precipicio, una continua caída libre. Es un café que se enfría, es un "esto no tenía que ser así".



30 días como cuchillas, para prepararnos al mes de luces y canciones, al de regalos, al de reencuentros...y al de espacios que jamás volverán a llenarse.
Noviembre vuelve para recordarnos lo que hemos perdido...y prepararnos para las realidades que vendrán, para el frío y la lluvia.